miércoles, 21 de marzo de 2012

Hace mucho que no escribo....




Hace mucho que no escribo. Recientemente una amiga me ha preguntado si actualizaría el blog. ¿Cómo explicarle por qué no lo he hecho? Mi última entrada fue en julio, cuando tuvimos las dos pérdidas familiares. Fue duro. No era capaz de definir lo que sentía, ni quería sentirlo.

En agosto mi suegro cayó enfermo. Nos dio un susto increíble. Se recuperó, y muy bien. Volvió a montar en bici, salir de pesca, pintar,... Del 22 al 23 de octubre, estando en la cocina se desmayó. Y no regresó. Perderle a él era el golpe que no esperábamos, que no podíamos recibir. Él, que nos sostenía. Fue para mi como un padre. El vacío lo llenó todo. Ni siquiera creo que lo que estoy escribiendo pueda describirlo. No, no hay palabras que lo describan. Ni que ayuden. Tan solo recordar los buenos momentos, recordarle...

He tenido unos meses de vacio. Hasta nuestra Nezumi, a la que operamos en noviembre, solo tuvo un mes más de vida, y nos dejó el 2 de diciembre.

Y en mi corazón jamás olvidaré a ninguno, aunque con el tiempo no recuerde las fechas, ni los detalles. Jamás les olvidaré.

Mis pensamientos van de uno a otro, de laguna en laguna, sin poder poner el pie en tierra firme. Pero solo hay fango en mi mente, porque en la vida real somos fuertes, nos mantenemos en pie, y seguimos aqui. Siempre que creo que ocurre algo que no podré superar, ocurre algo aun peor.

Terminó el 2011 por fin. No sabeis cuanto he odiado los felices fiestas, o feliz dia del padre y toda esa mierda que en dias señalados por san corte inglés he tenido que aguantar. Es demasiado pronto para todo.

Ahora nuestra vida sigue llenándose. Algo sigue su curso. Trabajo, estudios, nuevas vidas a nuestro cargo, viejas vidas que cuidar.

Algo sigue su camino.